BREVE BIOGRAFÍA DE GARCILASO DE LA VEGA

GARCILASO DE LA VEGA

Sería difícil establecer si Garcilaso de la Vega supo más de la guerra o del amor. El poeta, que nació en Toledo hacia 1501, se pasó la vida sirviendo al emperador Carlos V en sus campañas militares, lo que le obligó a viajar por toda Europa, a jugarse el tipo en el campo de batalla, a ejercer como espía y a pelear contra corsarios en alta mar. De su vida sentimental sabemos poco, salvo que se casó y se enamoró, dos cosas que, en su época, rara vez iban juntas. Por lo visto, el gran amor de Garcilaso no fue su esposa, sino una dama portuguesa llamada Isabel Freyre a la que nunca pudo tener entre sus brazos, y que le hizo la mala pasada de morirse antes que él. Se cree que fue Isabel quien le inspiró sus mejores versos y quien le causó sus mayores tristezas, si bien no fue el amor sino la guerra lo que mató a Garcilaso. Corría el año 1536 cuando el poeta participó en el sur de Francia en el asalto de una fortaleza donde se había atrincherado el enemigo. Al trepar por una torre, recibió una pedrada brutal que le hizo caer al vacío y le causó una grave herida en la cabeza. Murió a los pocos días.
Garcilaso empezó su carrera literaria imitando la poesía de cancionero de versos tan ingeniosos como convencionales y fríos. En cambio, provocó una auténtica revolución cuando decidió aclimatar al castellano el estilo y la métrica propios de la poesía italiana. No sólo convirtío el endecasílabo en verso predilecto de la lírica española, sino que puso de moda el soneto, consolidó la imitación de los poetas grecolatinos, abrió la lírica de su tiempo al retrato de la naturaleza e instauró una nueva sensibilidad que fue imitada por cientos de jóvenes. Su mayor logro fue encontrar un modo de expresar los sentimientos que no sonaba grandilocuente y artificioso sino sincero y natural, pues se basaba en el uso de palabras comunes y en un tono íntimo y cercano que, en lugar de exagerar la tristeza al modo de los poetas de cancionero, destilaba una dulce melancolía y una serena añoranza que sigue conmoviendo a los lectores de hoy.

BREVE BIOGRAFÍA DE JORGE MANRIQUE

JORGE MANRIQUE

Hubo un tiempo en el que la poesía y la guerra no se llevaban tan mal como ahora. Buena parte de los poetas medievales fueron, de hecho, militares que tan pronto ensangrentaban los campos de batalla como escribían elegantes versos de amor. Tal fue la doble rutina que marcó la vida de Jorge Manrique, poeta soldado nacido hacia 1440 en el seno de una de las familias más ilustres de Castilla. Por lo que parece, Manrique nunca fue un guerrero brillante, pero compensó su mediocridad en las armas con un dominio ejemplar de las sutilezas de la poesía. Buena parte de sus versos están dedicados a expresa el goce y la incertidumbre que causa el amor, si bien a Manrique se le recuerda sobre todo por las Coplas que escribió al morir su padre, un destacado jefe militar a quien un cáncer se llevó de este mundo en 1476. Por supuesto, Manrique escribió sus Coplas con el propósito inmediato de lamentar la pérdida del ser querido, pero supo trascender la pura anécdota al convertir su poema en una lúcida reflexión, transparente y conmovedora, sobre el sentido de la vida y la tiranía inclemente del tiempo.

BREVE BIOGRAFÍA DEL MARQUÉS DE SANTILLANA

MARQUÉS DE SANTILLANA

Don Íñigo López de Mendoza nació en 1398 cerca de Palencia. Descendiente de una familia noble y poderosa, dedicó su vida, con similar fortuna, a la actividad política, militar y literaria. Tras el compromiso de Caspe (1412), que otorgó la corona aragonesa a la dinastía castellana de Trastámara, residió en la corte de Alfonso V el Magnánimo, donde trabó amistad con los grandes poetas catalanes Ausiàs March y Jordi de Sant Jordi, profundizó en la poesía de los trovadores y conoció las obras de los primeros humanistas italianos, Dante, Petrarca y Boccaccio. Con este bagaje intelectual se convirtió, más tarde, en uno de los pioneros de la cultura renacentista en Castilla, tanto en el ámbito personal, encarnando el modelo de cortesano, como en el terreno literario, cultivando una poesía erudita, llena de latinismos y alusiones mitológicas. La fama póstuma del marqués no se debe, sin embargo, a estas composiciones un tanto artificiosas, sino a sus serranillas, que funden la tradición popular castellana y el humorismo burlón del Arcipreste de Hita con la pastorela provenzal. Cuentan estos poemas cómo un caballero intenta seducir sin éxito a una campesina, que además de bella, demuestra ser prudente al evitar una relación que sólo podría perjudicarla, dada la distancia social que la separa del noble.

BREVE BIOGRAFÍA DE GONZALO DE BERCEO

GONZALO DE BERCEO

A los clérigos no les justaban los juglares. Les dolía que se ocuparan tan sólo de las cosas terrenales y los acusaban de convertir la poesía en un medio de propagación del pecado. Para contrarrestar su mala influencia, los clérigos se pusieron a escribir una poesía de orientación religiosa que animase a la gente a vivir de acuerdo con la fe cristiana. Así surgió el mester de clerecía, cuyo mejor representante fue Gonzalo de Berceo, un clérigo nacido en La Rioja hacia 1196. Berceo escribió nueve grandes poemas de tema religioso, entre los cuales el más conocido son los Milagros de Nuestra Señora, que relata con estilo sencillo y familiar veinticinco portentos obrados por la Virgen. La finalidad del libro es alentar el culto a la madre de Dios, cuyo poder supremo de salvación queda bien demostrado en el milagro XIV donde la Virgen lucha contra el poder devastador del fuego.